sábado, 16 de mayo de 2015

El afán de perdurar

"La belleza de la invención reside en la novedad y lo ingenioso del aparato... Cuando estos aparatos sean puestos en manos del público, cuando todo el mundo pueda fotografiar los seres queridos... en sus gestos familiares, con sus palabras, la muerte dejará de ser absoluta"
(Emmanuelle Toulet, 1895)



Desde hace tiempos remotos que el hombre busca dejar su huella, prevalecer a través del tiempo luego de su muerte, por lo que realiza ciertas representaciones, ya sean construcciones, o reproducciones de sí mismos. 
Generalmente, aunque no siempre, en la antigüedad, estas reproducciones eran para las personas con un mayor poder adquisitivo, como es el caso de los faraones, quienes a lo largo de toda su vida construían su lecho de muerte, o los reyes quienes contrataban pintores para retratarlos a ellos y a la familia real. Pero con el tiempo, como toda tecnología, la posibilidad de perdurar se fue haciendo masiva. 

Es así que estos signos están en el lugar de las personas que fueron fotografiadas, por lo que perduran en el tiempo en una imagen estática.






Podemos tomar la fotografía como un signo, entendiendo, según Peirce, que es algo que está para alguien en lugar de algo bajo algún aspecto o capacidad. Se dirige a alguien, esto es, crea en la mente de esa persona un signo equivalente o quizá un signo más desarrollado. Ese signo creado es al que llamamos interpretante del primer signo. Este signo está en lugar de algo, su objeto. Está en lugar de algo no en todos sus aspectos, sino sólo en relación con alguna idea. El objeto es aquello que está en el lugar del signo, lo que representa. Y el interpretante es el signo equivalente o más desarrollado que el signo original, causado por ese signo original en la mente de quien lo interpreta


Ben Wittick



Edward Curtis




Edward Curtis



Martín Chambi Jimenez



William Klein

No hay comentarios.:

Publicar un comentario