Sucedió.
Al entrar al bar nos encontramos con gente sorprendida de nosotros, va mucha gente a sacar fotos y hacer videos a Villars, pero nadie nunca los había interpelado a ellos, pegamos buena onda y nos dejaron grabar audio la primer noche, al día siguiente volvimos. Nos encontramos un gran personaje, Pancho, un hombre que trabajó en el ferrocarril (cerrado en la época de Menem), y que, hoy en día, pasa sus días en el bar tomando vino y cantando tango. Junto con él, la gente del pueblo, quienes lo consideran un ídolo cantor. Nos encantaron sus gestos, la gente pasando por al rededor viendo que pasaba, la nena que pasaba por delante de la cámara todo el tiempo, el humor con el que se manejó todo.
-Pensamos volver el domingo para filmar por la noche-
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